ASPECTOS A CONSIDERAR SOBRE EL CONTROL BIOLÓGICO
Alejandro Rodríguez M., César Guillén S., Vernor Uva M., Rafael Segura M. Sergio Laprade C., Jorge Sandoval F.
Bajo un sistema agrícola intensivo, el uso de los recursos naturales es más rápido que su reposición, lo que da como resultado su agotamiento y por tanto, una mayor dependencia al uso de productos sintéticos en general.
Esta cadena de eventos incide de forma negativa sobre la actividad de insectos benéficos, antagonistas y otros organismos que en estrecha relación con el cultivo, aportan múltiples beneficios. Es necesario por tanto, desarrollar estrategias más sostenibles que contribuyan a minimizar la sobreexplotación de los recursos y a favorecer una mayor actividad y estabilidad de los organismos benéficos.
¿Qué es el control Biológico?
El Control Biológico en su definición más sencilla, significa “la regulación de un organismo como consecuencia de la actividad de otro, lográndose con ello un equilibrio poblacional”. Esta actividad en el ámbito de la agricultura, significa la regulación de la población de un organismo que está afectando al cultivo y generando pérdidas económicas (plaga), mediante la acción de otro que naturalmente ha sido diseñado para ejercer dicha función. Se busca con esto, estabilizar poblaciones y llevarlas por debajo del Nivel de Daño Económico (NDE).
¿Qué tipos de controladores existen?
Debido a el desarrollo del control biológico se concentró por siglos en el combate de insectos, clásicamente se han definido tres tipos de controladores en el ámbito entomológico: los Depredadores, que son artrópodos (insectos y arácnidos) y que atrapan a su presa devorándola; los Parasitoides, que de forma interna o externa se alimentan de un hospedante (la plaga) y limitan su estabilidad; y los Entomopatógenos, que pueden ser hongos, bacterias, virus u otros microorganismos que provocan enfermedades en los insectos. No obstante, actualmente se señalan dos tipos adicionales: los Antagonistas, que interfieren con otros microorganismos patógenos, limitando su desarrollo y por tanto, limitando su capacidad para generar enfermedades; y el grupo de los Promotores de Crecimiento y los Inductores de Resistencia Sistémica.
¿Qué tipos de Control Biológico existen?
Básicamente hay tres tipos de control biológico: Conservativo, Clásico y Aumentativo. El control biológico Conservativo establece prácticas y estrategias para mejorar el establecimiento y la proliferación de organismos benéficos propios del lugar, limitando el uso de prácticas que los desfavorezcan e implementando aquellas estrategias que los favorezcan. El control biológico Clásico se refiere a la importación al sitio requerido, de agentes de control biológico (ACB) específicos para el combate de un agente exótico que se presenta como plaga; esta necesidad surge a raíz de la ausencia de ACB para una plaga introducida que no cuenta in situ, con sus propios controladores. El control biológico Aumentativo, se refiere a la necesidad de incrementar la presencia de ACB en determinado sitio, debido su escasa presencia o imposibilidad de mantener poblaciones suficientes. Se manejan aquí dos esquemas de uso: aplicación masiva o aplicación inoculativa.
¿Cuáles son las características más deseables que debe tener un ACB?
En primer lugar, debe de tenerse la certeza de que el ACB sea inocuo a las personas y a los animales y por supuesto, que no afecte de ninguna forma al culti ; no debe ser tóxico; debe ser específico, afectando predominantemente al organismo que se desee combatir; debe tener la capacidad de diseminarse y colonizar el ambiente en el cual se aplicó; debe ser genéticamente estable y adaptable a las condiciones de los cultivos e idealmente, debe de ser compatible con las labores de manejo del cultivo.
¿Qué potencial podría tener el control biológico en el cultivo del banano?
Hay estudios que señalan una alta patogenicidad de algunos hongos (Beauveria bassiana) sobre insectos como el picudo negro (fig. 1); algunos depredadores como las Crisopas (Chrysoperla spp) y algunos coccinélidos (Cryptolaemus montrouzieri) (Fig. 2), han mostrado potencial para el combate de cochinillas. Por otro lado, se reportan tanto hongos (Arthrobotrys sp; Candelabrella sp; Paecilomyces lilacinus) como bacterias (Burkholderia cepacea, Pasteuria penetrans) con alguna actividad hacia nematodos (principalmente de vida libre). En el ámbito fitopatológico se reportan hongos (Trichoderma spp) (Fig 3.), bacterias (Bacillus subtilis) y actinomicetes (Streptomyces spp) con actividad antagónica hacia muchos patógenos. Otros posibles candidatos que se estudian son las bacterias Pseudomonas fluorescens (como solubilizadora de fósforo) y otras de los géneros Azotobacter y Azospirillum, reportadas como fijadores de nitrógeno. No se puede obviar a las micorrizas (asociación entre un hongo y una planta), sobre todo a las especies agrupadas dentro del género Glomus, las cuales facilitan la absorción de elementos y presentan actividad antagónica hacia nematodos en general. Fig. 2. C. montrouzieri alimentándose de una cochinilla harinosa (Pseudococcus elisae). Fuente Centro de Control Biológico, CORBANA.
Algunas consideraciones importantes:
- El Control Biológico debe formar parte del Manejo Integrado de Plagas (MIP).
- No elimina totalmente al organismo meta.
- No tiene un efecto inmediato.
- Es muy susceptible a factores bióticos y abióticos.
- Implica modificaciones en las prácticas agrícolas.
MÁS INFORMACIÓN : Dirección de Investigaciones, Centro de Control Biológico. Proyecto REP-Car. Tels. 2713-1680 0 1681.
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